El término Pirineos tiene reminiscencias de la mitología griega y remite a Pirene, la hija de Atlas. Según el mito clásico, la cordillera de los Pirineos recibe su nombre de la joven Pirene, a la que Hércules enterró con un gran número de rocas para sellar su tumba, de donde surge la cordillera.
Cuenta la leyenda que el héroe griego Hércules (Heracles en la mitología latina) se enamoró de Pirene (una de las pléyades), hija del dios Atlas. Sin embargo, Pirene rechazó a Hércules y ante su enfado éste separó la península Ibérica de África e inundó con el mar Mediterraneo la Atlántida, donde vivían Atlas y Pirene. Pirene consiguió huir y se escondió en algún lugar de la región que después ocuparía la cordillera de los Pirineos. Cuando Hércules estaba próximo a encontrarla, Pirene hizo una gran pira con todos los árboles de la zona y se abalanzó al fuego para escapar de su perseguidor. Sus lágrimas crearon los ibones. Al llegar Hércules, vió que Pirene yacía muerta con una bella sonrisa en su rostro. Éste, lleno de tristeza, la enterró con todas las piedras que encontró creando así la gran cordillera.
Gracias por compartir tan bella historia,
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