La DGA dice que la tala en el abetal de Laspuña cuenta con todas las garantías
El Gobierno de Aragón ha querido precisar que esta actividad es selectiva y su fin es sanear el bosque, afectado por una plaga de muérdago.
31/08/2016 a las 00:41 Heraldo.es
La tala que se está
llevando a cabo en el abetal de Laspuña (Huesca), a punto de
terminar, cuenta con la evaluación ambiental pertinente y todas las
garantías técnicas, jurídicas y administrativas, según ha
señalado el director provincial de Desarrollo Rural y Sostenibilidad
en Huesca, Jesús Lobera.
Además, se trata de una
tala selectiva, no extractiva, cuyo fin es sanear el bosque,
fuertemente afectado por una plaga de muérdago, según han informado
fuentes del Gobierno de Aragón. En consecuencia, los árboles
cortados, de una edad media de entre 40 y 50 años, son ejemplares
elegidos por la notable presencia del parásito en sus ramas.
Lobera ha visitado el abetal
con el fin de comprobar el estado del mismo y la forma en que se está
desarrollando el trabajo, que ha calificado de "ejemplar".
Acompañado por el ingeniero responsable y el agente para la
protección de la naturaleza que supervisa las labores, además del
alcalde de Laspuña, el director provincial ha indicado que se han
seguido al pie de la letra las recomendaciones de los servicios
medioambientales.
El Departamento de
Desarrollo Rural, que autorizó la tala a petición del Ayuntamiento
de la localidad, indicó en su momento algunas de las cautelas a
tener en cuenta, como no hacer trochas nuevas y aprovechar las ya
existentes de antiguo, seleccionar abetos muy afectados por muérdago
y, en consecuencia, con una esperanza de vida limitada, y realizar
cortes de árboles separados entre sí por una distancia
considerable, entre otras.
Lobera ha destacado que la
masa forestal en su conjunto "está muy viva y vigorosa",
con un número de abetos jóvenes "espectacularmente alto"
que garantizan la regeneración durante muchos años y que con la
intervención que se está llevando a cabo darán al espacio un
empuje medioambiental "todavía mayor".
En este sentido, los
servicios técnicos del departamento señalan que la extracción
selectiva no solo limitará la capacidad de expansión de la plaga,
sino que permitirá el desarrollo de los ejemplares jóvenes que
crecían bajo los abetos retirados, unos 2.600 de una masa formada
por decenas de miles.
El hecho de que los cortes
se realicen con varios metros de distancia entre sí permite, por
otra parte, que prácticamente no haya efecto visual alguno (salvo la
desaparición del muérdago, muy apreciable) y que el aspecto del
bosque y la distribución de las plantas se mantengan como antes de
la tala.
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