RADIQUERO.- Un año más, almetas y totones se adueñaron el pasado sábado, festividad de Todos los Santos, de las calles de Radiquero, localidad que revivió tradiciones y costumbres de antaño en la `Noche de las ánimas`, una multitudinaria celebración que reunió a cientos de personas de todo el Somontano.
Niños y mayores -la edad era lo de menos, lo verdaderamente importante era la ilusión-, vaciaron calabazas de distintos colores y tamaños, participaron en los talleres de `almetas y totones`, elaboraron sus fichas y dados para poder jugar al `juego de las ánimas`, fueron en comitiva al cementerio?, sólo algunas de las actividades organizadas por la Asociación Cultural O`Coronazo en esta pequeña población de la Sierra de Guara.
Los integrantes de O`Coronazo, en honor a una de las rocas que presiden la montaña sobre la que se asienta Radiquero, han trabajado en la recuperación de costumbres y tradiciones de esta zona del Somontano.
Según los testimonios recopilados, la costumbre para Todos los Santos era realizar `calaveras`, calabazas vaciadas con orificios practicados en su interior, en el que se colocaba una vela. Una vez encendidas, se colocaban las ventanas o casas donde se había producido una muerte violenta, aunque con el tiempo pasaron a colocarse en casi todas las casas.
La finalidad, según destacaron los conductores de la `Noche de las Ánimas` ante una audiencia principalmente infantil, era asustar a las ánimas o almetas que en esas fechas podían haber abandonado el camposanto o cementerio y podían tener la tentación de introducirse en nuestros hogares. Con ese fin cuando había una muerte en una casa se abrían todas las ventanas y se cubrían o se daban la vuelta a los espejos, para que las almas abandonaran ese lugar.
Otra de las tradiciones que han perdurado en el tiempo es la de hacer el signo de la cruz en el pan antes de partirlo, ya que se creía que de esa forma se protegía contra las ánimas que, según la creencia, se podían esconder en el pan.Hace ya cinco años que la Asociación Cultural O`Coronazo de Radiquero decidió recuperar la `Noche de Ánimas`, una jornada reivindicativa de una celebración tradicional en las localidades de la cuenca del Vero, con profundas raíces en el Somontano aunque similar a la que ahora conocemos como `Halloween`.
La fiesta comenzó a primera hora de la tarde, en el taller de calabazas situado en la plaza Mayor, un lugar que fue especialmente concurrido y donde todos se afanaban en vaciar sus calabazas o calabacines? antes de darles su terrorífico aspecto. La organización, perfecta, hubo quien llevó sus propios frutos, pero también se facilitaban para los que llegaban con las manos vacías.
Una vez realizada la calabaza-calavera, la siguiente etapa era pasar a los talleres situados en la Escuela de Radiquero, donde los pequeños se esforzaron a la hora de realizar sus totones y almetas o en preparar los dados y las fichas con las que poder jugar al `Juego de las ánimas` que podían recoger a continuación.
No había casi tiempo para el descanso y eso que, pese a los tardanos, todo se iba cumpliendo con precisión milimétrica. Las calabazas se iban agrupando en la plazuela de la iglesia, que empezaba a cobrar un aspecto terrible? No obstante, hubo tiempo para recuperar fuerzas gracias a un suculento chocolate caliente con torta, con preferencia.
Poco a poco se acercaba uno de los momentos más esperados de la tarde, un ritual ya conocido por los que repetían experiencia. Todos los que habían realizado calabazas-calavera recibieron una vela que pudieron colocar encendida en su interior, mientras que entre los mayores se repartían antorchas encendidas. Era el paso previo a la `Triste comitiva` que, en un serpenteante desfile, se encaminó hasta el cementerio para guiar al camposanto a las almetas que habían pasado ese día por Radiquero.
Otros años, se celebraba allí el espectáculo de luz negra `Vivir la muerte`, que este año se trasladó a la iglesia dada la amenaza de la climatología.
En el interior del templo, no hubo bancos suficientes para el gran número de personas que quería seguir disfrutando de la fiesta. En esta ocasión, la cuentacuentos japonesa Sachi narró algunas historias de miedo del país del `Sol naciente` que celebra su fiesta de los difuntos el 16 de agosto.No había acabado todo, faltaba el espectáculo `Vivir la muerte`, en el que las almetas y totones realizadas por los pequeños artistas en papel fosforescente parecieron cobrar vida para recibir a `Fosforito`, un esqueleto que se había extraviado desde el cementerio y del que se hicieron amigos todos los niños, eso sí, una vez recuperados del susto inicial.
El broche final a la fiesta tuvo lugar en la plaza de Radiquero, donde los vecinos y miembros de la Asociación Cultural O`Coronazo ofrecieron a todos los presentes pastillos de calabaza y degustación de panellets, dos productos tradicionales de estas fechas. Fue el mejor colofón a la `Noche de las Ánimas` de Radiquero, una celebración basada en las tradiciones de nuestra tierra que se convierte en cita obligada para niños y adultos.
(Noticia del Diario del Alto Aragon)
Que buenos estan los quesos de Radiquero! jejeje
ResponderEliminarHelen
A la gente que tiene facebook, decir que es el futuro!
Tenemos un grupo de: gente de Laspuña! =)