Anoche me lleve un susto y una grata sorpresa, un susto porque pensé que me había equivocado en la ruta hacia casa y finalmente una grata sorpresa al darme cuenta que Barcelona y Laspuña están desde ayer más cerca gracias a la apertura al tráfico de un tramo de casi siete kilómetros que completa la variante de Binéfar en la autovía A-22. Ahora ya se puede ir siempre por autovía desde Almacellas hasta Castejón. El tramo abierto ayer, de 7,6 kilómetros, ha costado 27 millones de euros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se respetuoso con tus comentarios.
No se publicarán si el autor no está debidamente identificado.
Gracias