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6 may 2016

El cordero viajero

En poco más de 24 horas, la carne que preparan en la carnicería Modesto, en la localidad de Escalona, en el Pirineo Aragonés, puede cruzar España para llegar hasta las mesas más exigentes de puntos tan lejanos como Cádiz o Galicia. Y con el único esfuerzo de hacer un ‘click’ en la página web del establecimiento, ya que desde hace unos meses cuenta con tienda online.

En su catálogo virtual se puede encontrar desde su cotizado cordero a ternera de la zona, o quesos y embutidos elaborados en el propio establecimiento. En ese proceso tradicional de trabajo, reside el principal reclamo de la carnicería, que abrió sus puertas en 1920. “Tenemos un matadero propio y solo trabajamos con animales criados en esta zona, con pastos de la montaña”, explica Modesto Bielsa, cuarta generación en la carnicería y encargado de la puesta en marcha del negocio online.
 Ese sabor diferencial de la carne del Pirineo, “que parece tópico, pero realmente se nota muchísimo”, según asegura Bielsa, ya ha conquistado a muchos turistas que visitan la zona del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, y que se convierten ahora en clientes potenciales por internet. “Nosotros abrimos todos los fines de semana, incluidos los domingos, porque es cuando más volumen de gente hay por esta zona, y cuando más ventas tenemos en el establecimiento físico”, comenta el joven, que explica que algunos de ellos ya les reclamaban la posibilidad de realizar envíos a sus puntos de origen.
 Por ahora, el servicio está destinado a particulares, ya que el pequeño tamaño de sus instalaciones les hace imposible competir con empresas del sector cárnico. No obstante, en estos dos meses que llevan operando, ya han realizado pedidos a toda España con destinos tan dispares como Barcelona o Málaga.
 Además de la carne, las ‘chiretas’ o la longaniza también tienen gran aceptación entre esos clientes, que reciben a través del transporte frigorífico las piezas de carne en un tiempo que va entre las 24 y las 48 horas respecto al momento de hacer el pedido.
 Por ahora, este nuevo servicio no ha repercutido en la actividad y forma de trabajo del establecimiento. “Como entre semana no hay tanta afluencia, aprovechamos para preparar los pedidos, especialmente los miércoles, que es el único día de la semana en la que permanece cerrada la carnicería”, explica Modesto.
 Aunque el más joven del negocio estudió fuera una ingeniería química, ha regresado a la pequeña localidad pirenaica de apenas 80 habitantes donde nació para continuar expandiendo el negocio que puso en marcha su bisabuelo y que ahora regentan sus padres. “Tenía conocimientos y experiencia en desarrollo de páginas web, que quise aplicar también a la carnicería”, dice el joven. Por ahora, asegura ir poco a poco, esperando dar a conocer su producto, del que tan orgullosos se sienten, y que pueda dar un toque de calidad a las mesas de todo el país.
 "Noticia integra del http://www.heraldo.es"

1 comentario:

  1. Muy buena idea y os deseamos mucho éxito con este projecto! Hasta pronto en Escalona. Anny y Luc (los belgas de Puyarruego)

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