La cocina era imprescindible en la vida familiar de nuestros antepasados, centro de reunión donde se cocinaba a diario, se preparaban las conservas, el único sitio donde calentarse en los fríos inviernos, era el lugar en el que los más pequeños escuchaban con atención las historias de los mayores a través de las cuales se trasmitía oralmente nuestra cultura.
En las cocinas actuales se han incorporado elementos que las hacen más funcionales y se han eliminado otros que les han hecho perder la importancia de otros tiempos.
Fogaril, cadieras, olor a leña, el calor del fuego, el hipnótico baile de las llamas, todo va cambiando, ya no se utilizan los cremallos y las tizoneras van desapareciendo de las fachadas.
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